COLECCIÓN PINCELADAS DE ARTE. SERIE KLIMT.

COLECCIÓN PINCELADAS DE ARTE. SERIE KLIMT.


Los que lleváis un tiempo siguiéndome por las redes, sabéis que soy una auténtica enamorada del arte y de su historia. Después de 10 años de clases, disfruto cada día más de lo que voy descubriendo y tengo más claro todos los beneficios que aporta el arte y su conocimiento.

Para mi, conocer la historia del arte, es conocer nuestra propia identidad cultural; es entender la evolución de la humanidad; es descubrir el desarrollo del intelecto a través de la expresión, del desarrollo de los sentidos y del espíritu; es encontrar las ideas de cada época reflejadas en las más importantes expresiones e incluso es entender el contexto histórico de ese momento.

Y es que el arte y la cultura, en todas sus expresiones, ¡nos abren los ojos y el alma! 

Los beneficios son muchos: desde desarrollar una mayor sensibilidad, tolerancia y empatía, a apreciar la diversidad y multuculturalidad, pasando por propiciar un pensamiento alternativo y así saber desarrollar la capacidad de crear soluciones creativas a los problemas. Bueno y sobre todo que en este ritmo de vida actual en el que todo es acción e inmediatez, te aportará calma, contemplación, disfrute...os lo puedo asegurar yo, que mis clases de los jueves por la noche son toda una terapia en medio del ajetreo de la semana; cuando llego, desconecto, me relajo y a divertirme.

Si por algo la Unesco ha señalado que el dominio de la cultura y las artes es fundamental para el desarrollo de las personas y cada vez se están desarrollando más campañas oficiales donde se advierte que el arte y la cultura mejoran la salud física y mental. 


Además estoy convencida que para desarrollar la creatividad, la imaginación y la innovación son fundamentales, y no lo digo solo para trabajos artísticos o artesanos, sino para la vida y en el día a día de cada uno.


Vamos, que es una de las maneras de conocer y disfrutar del mundo más poéticas, coloridas y gratificantes.



Por todo esto quería dedicarle una colección al arte, y para empezar he elegido a Klimt, del que os he estado hablando largo y tendido ;o).





Colección de broches, basándome en el estilo y los cuadros de este maravilloso pintor, ¡desde la más absoluta humildad!


Como ya os he comentado en anteriores ocasiones, Gustav Klimt fue un pintor simbolista austriaco y unos de los miembros más destacados del movimiento Art Nouveau de Viena, pero en su obra se puede apreciar un gusto ecléctico, se pueden contemplar desde las formas naturales del art noveau hasta las formas más simples del movimiento art and craft o el uso de dorados y espirales del arte bizantino.

Para mi, Klimt es elegancia, refinamiento, lujo, sensualidad, todo ello expresado a través de formas geométricas, como triángulos, cuadrados, círculos, espirales, que podéis ver en muchos de sus cuadros, o multitud de colores, desde los dorados y negros, hasta otros más vivos como verdes, amarillos, azules...me parecen unos buenos principios para diseñar broches que ponernos en las solapas de los abrigos y chaquetas de este otoño, que parece que por fin se acerca. Porque, no hay que buscarse excusas para ir con un toque distinto y elegante en el look de cada día, y si además aporta un poco de color ¡mucho mejor!



Inspirándome en las distintas formas geométricas que suelen abundar en los cuadros de Klimt, he diseñado broches en forma circular, cuadrada, rectangular y triangular.

Todos están formados por varias capas de papel y protegidos, para que sean más resistentes a los roces. Lo mejor, que como están completamente realizados con papel, son ligeros y ni te enteras de que los llevas, aunque algunos sean más grandes.


Estos dos primeros, en forma circular, tienen 6 cm. de diámetro, están realizados con papeles franceses con distintos motivos de sus cuadros, papeles irisados en distintas tonalidades y pintados a mano con pigmentos irisados en colores dorados.



¿Reconocéis los cuadros a los que pertenecen los motivos? 


Este primero pertenece al detalle del caballero que aparece en la primera pared de "El friso de Beethoven". En este friso Klimt representa la búsqueda de la felicidad del ser humano, y como puede llegar a satisfacerla gracias al arte. El caballero en cuya armadura aparece este motivo, representa la fuerza.



En este segundo broche, aparece un motivo del cuadro, tan conocido, de "El Beso", este se encuentra en el fondo que rodea a los dos amantes, ¿no os parece como si se encontrasen en un cielo salpicado de lentejuelas doradas?





Estos otros dos broches, están basados en los dos cuadros de Klimt, llamados "Judith I" y "Judith II".



Están realizados con distintos tipos de papeles, desde cartulinas con textura, a papeles irisados, y papeles cuyo motivo son sus cuadros o motivos específicos de alguno de ellos. Son de aproximadamente 5x9 cm., están pintados a mano con pigmentos irisados, en especial el de Judit I, imitando el marco que acompaña esta obra y que fue diseñado por su hermano.





A continuación veis otros dos, en forma rectangular y realizados con cartulina negra de gran gramaje con textura, papel irisado granate y papel de origami en cuyo motivo aparece un detalle del panel central del friso de Beethoven.




Uno de ellos es de 3x8.5 cm y el otro de 5x9 cm.



Estos otros dos, son en forma cuadrada, uno de 6x6 y otro de 7x7 cm.




Este primero está diseñado basándome en el vestido que luce Emilie Flöge en su retrato, que fue su gran compañera de vida. 

Hija de uno de los mas ricos banqueros judíos de la época, fue educada como se establecía para una señorita de familia acaudalada, sin embargo, los papeles acartonados de la época nunca le gustaron, quería otro ambiente, otras caras, otros ruidos: algo que le permitiera romper con la rutina y alejarse del adormecimiento de la cotidianidad. Llegó a ser una gran modista que vivió intensamente, fue una mujer luchadora y con un estilo muy personal, que mantuvo una relación excelente con otras grandes mujeres de la época, como la dama de la moda, Coco Chanel.






El siguiente, representa el lado masculino de sus obras, ya que forma parte del estampado que se ve en el manto que luce el hombre de la obra conocida como "La satisfacción" que forma parte del friso de Stoclet ("El árbol de la vida"), emulando a los mosaicos que él había conocido en su juventud en Rávena.


Y, por último (¡de momento!) uno en forma triangular imitando a los motivos que aparecen en el lado izquierdo del mismo friso y que se conoce como "La expectación".






Muchos de los cuadros de este gran artista, me gustan, no como dicen en muchas ocasiones porque represente a la "femme fatale", sino a mujeres protagonistas de su tiempo, dueñas de su vida, libres e independientes, fuertes, decididas, valientes, con personalidad y además elegantes...¡nada más y nada menos!



Algo con lo que cada vez disfruto más es, esa sensación de que no es necesaria la exactitud en lo que se diseña y hace, entendedme, yo empecé siendo arquitecta técnica, como digo yo de broma vengo del "mundo de las ciencias", y además siempre he sido muy perfeccionista con todo lo que hago, vamos para mi lo natural es medir, usar reglas y que todo esté diseñado y calculado al milímetro, me sentía totalmente insegura cuando tenía que hacer algo "a mano alzada" dejando volar la imaginación y mis manos, necesitaba mis apoyos.


Sin embargo, en este nuevo mundo en el que estoy comenzando, eso no solo no es preciso, sino que hay que dejar libre a la expresión....no es necesario la permanente búsqueda de la exactitud en los resultados, propia de las matemáticas por ejemplo. La creación artística tiene una naturaleza impredecible, las nociones de correcto o incorrecto se difuminan, no existe una forma única de hacer y de conseguir resultados, y estoy aprendiendo y, sobre todo, disfrutando, de que detrás de lo que muchos llaman imperfección, porque está todo hecho a mano, hay belleza. Así que aquí estoy, pasándomelo pipa, cortando papel "a ojo", colocándolo sin tomar tantas medidas y sabiendo que no todo está quedando en el sitio exacto.


"No hay una belleza realmente excelsa que no tenga una anomalía en sus proporciones." –Francis Bacon


Esto también aporta que los modelos sean exclusivos, porque raramente hago dos iguales, depende de la inspiración de ese momento, de las ideas que me rondan por la cabeza, de mis manos, de los materiales que elija...no sería la primera vez que de repente veo algo o me encuentro con un trozo de papel que me parece perfecto para completar lo que estoy diseñando. 

A veces tengo la sensación de que detrás de cada trabajo se nota hasta como me sentía ese día, y eso ¡me encanta! porque para mi son mucho más que un objeto, quiero que cobren vida, que se llenen de sensaciones y emociones, tanto las mías al crearlos como las tuyas al llevarlos o regalarlos, que sean ventanitas al recuerdo, y ¡eso sí que es exclusividad!, que cada joya de papel tenga su propia historia.


Todo lo realizado a mano, tiene un valor añadido, se ha creado de manera lenta, con dedicación y mimo, cuidando los materiales y hasta el más mínimo detalle para intentar lograr objetos con alma...tan simple y a la vez tan complicado, es un lujo que deberíamos cultivar más que nunca.

Mis manos y el papel son mis pinceles, son mi manera de expresarme, de trasmitir mis emociones, de crear mi universo particular, un universo en el que cuanta más compañía tenga, más feliz me siento.







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