LA CONSTELACIÓN DE LIRA

LA CONSTELACIÓN DE LIRA


Ya sabéis que disfruto mucho de cada trabajo, pero más si lo puedo personalizar, y si encima descubres toda una leyenda detrás, la imaginación y creatividad echan a volar y no hay quien las pare.

Algo muy bonito para mi de este, es que ya realicé un marco de fotos para los papás de esta niña, por su boda, cuando formaba parte de Con Broches y a lo Loco, y con el material que llamábamos “el ingrediente secreto” ;o)


Especialmente a ella le gusta mucho la artesanía, así que tiene puesto en un sitio muy especial su marco, donde aparecen ellos en la Basílica de San Basilio de Moscú, donde se conocieron en un viaje grupal.

En esta ocasión, los mismos amigos, me encargaron otro marco de fotos, pero para su peque, recién nacida, llamada Vega.


Como siempre, me dejaron libertad plena para crear y lo primero que hice fue buscar el significado del nombre, y mi sorpresa fue, que es el de una gran estrella, que forma parte de la constelación de la Lira.

Vega es una estrella de primera magnitud y la principal de la misma. 


Después de la Luna y el Sol, fue la primera estrella en ser fotografiada.

Ha sido muy estudiada por los astrónomos, llegando a ser catalogada como la más importante en el cielo después del Sol. 

Vega fue la estrella polar alrededor del año 12000 a. C. y volverá a serlo alrededor del año 13720 d. C.

Las noches de verano son para ver las estrellas y de hecho, es el mejor momento para observar a Vega, la más brillante de los meses centrales del año.

En ese mismo periodo es posible observar el Triángulo de Verano, un asterismo con forma triangular que reina en el cielo boreal. Está compuesto por tres estrellas y cada una forma parte de una constelación distinga. Así, Vega (Alpha Lyrae o constelación de la Lyra) comparte trono con Deneb (Alpha Cygni) y Altair (Alpha Aquilae).


Pero según una antigua leyenda japonesa, la estrella más brillante de la constelación  de la Lyra es la protagonista de una romántica historia de la mitología. 

Es la historia de amor representada en el cielo por dos estrellas, Vega y Altair, que están en lados opuestos de la vía láctea. 

La estrella Vega representa a la preciosa Orihime (織姫 – princesa de los tejidos), hija de Tenkou (天候 – el dios celestial ), y que trabaja con un telar llamado Tanabata (七夕) junto a un río en el cielo llamado Amanogawa (天の川 - que no es otro que la vía láctea). Al otro lado, está la estrella Altair, que es Kengyu (牽牛), un pastor de bueyes que vive al otro lado del río. 

Un día Tenkou le presentó a Kengyu su bellísima hija, como premio a su trabajo. Ambos al verse, se enamoraron apasionadamente y Orihime empezó a escaparse de sus labores para poder verle. 

Esto llegó al punto de que dejaron de trabajar para estar juntos, lo cual hizo que el Dios del cielo se enfureciera tanto que los condenó a estar cada uno en una orilla distinta del Amanogawa de tal manera que solo pudieran verse una vez al año: la séptima noche del séptimo mes. 

Esa noche, el barquero mágico de la luna, llevará a Vega al otro lado de la vía láctea para que se encuentre con Altair, pero esto solo sucederá si el cielo está contento con el trabajo de su hija y hace que esa noche no llueva, porque si no, la barca se inundará y no podrán verse hasta el año siguiente.

Así que, los días de antes, los japoneses celebran el festival de Tanabata. Escriben deseos y poemas en papeles de colores y los cuelgan en los árboles de bambú para que el Tenkou los vea… y los niños cantan “Tenko ni nario” (despeja cielo, despeja), y rezan para que esa noche no llueva, y así los enamorados puedan juntarse y ser felices. 

Se dice que si es así, Vega y Altair brillan con 5 colores diferentes (los colores de los papeles que se utilizan para escribir los poemas y que posteriormente se tiran al río o se queman en hogueras),y en su plenitud de felicidad, ellos conceden también los deseos a aquellos que les apoyaron.

¿No os parece un bonito nombre con mucha historia e impronta para una peque? Aunque, claro, para sus padres, es evidente que, siempre será la más importante y brillante estrella del universo.



Después de leer toda esta historia, para el diseño final decidí decorarlo con la técnica del papercut (o papel cortado), en la que he imitado la forma que tiene en el firmamento la constelación, a la cual pertenece la estrella.


El paspartú del marco está forrado con un papel artesanal  Lokta Nepalí con constelaciones y estrellas en tonos dorados.

La estrella protagonista está realizada con la técnica del origami en dos tamaños distintos, una con papel irisado blanco y otra, más pequeña, con el mismo papel Nepalí.



Como su significado y leyenda me parecieron muy bonitos, quise sorprender a los padres, añadiendo un sobre realizado a mano con el mismo papel de constelaciones, y una tarjeta en su interior, donde contaba toda la historia.



Con este encargo he empezado a trabajar con nuevas técnicas, y es que ¡el mundo del papel es casi infinito! Esta versatilidad me encanta, porque las posibilidades de crear nunca se acaban, así que tengo muchas ganas de ir experimentando y ampliando habilidades.

Ah y nunca dejéis de descifrar los misterios del cielo y viajar hasta las estrellas.





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